Según los datos del Área de Salud de Kifkif de 2021, de 395 pruebas rápidas de VIH que realizamos, el 4,3 % fueron reactivas, confirmándose posteriormente el positivo. Esta cifra aumenta si la comparamos con los datos que hasta ahora tenemos de 2022, un 4,5 %.

A F.J., de 33 años, el derroche de simpatía con el que llegó a Madrid desde Perú, se le vino abajo al leer el resultado de la prueba rápida de VIH que le realizamos cuando le atendimos en KifKif. Huía de la violencia y estigmatización por su condición de homosexual. Y en España se encontró, al no tener recursos económicos ni ningún tipo de apoyo y al encontrarse en situación irregular, con la necesidad de tener que prestar servicios sexuales. Sin protección. No por iniciativa propia, sino por la intimidación de varios clientes por la relación de verticalidad existente.

Kassandra (nombre ficticio), de 35 años y con VIH+, llegó a Madrid desde Brasil en busca de protección internacional huyendo de la transfobia, y con una marcada serofobia. Al no encontrar ningún empleo en economía sumergida -por ser trans- y teniendo seis meses por delante hasta su entrevistas de asilo, más otros seis meses hasta que pueda trabajar de manera legal, se ha visto obligada a recurrir a la prostitución. A los graves problemas de salud relacionados con la falta de reactivos para los controles de VIH, se le suma el contraer sífilis y gonorrea debido a que sus clientes también le exigen tener relaciones con penetración sin protección. En nuestras citas en Kifkif nos cuenta que por desgracia eso ya es lo normal. Emocionalmente se siente frustrada y confundida.

En España, se estima que cada día se realizan 9 diagnósticos. En 2018, en nuestro país hubo 3.244 nuevos casos, una cifra muy similar a la de 2017 (3.381), según los últimos datos del Ministerio de Sanidad[1].

Según los datos del Área de Salud de Kifkif de 2021, de 395 pruebas rápidas de VIH que realizamos, el 4,3 % fueron reactivas, confirmándose posteriormente el positivo. Esta cifra aumenta si la comparamos con los datos que hasta ahora tenemos de 2022, un 4,5 %.

Parte del equipo de salud de Kifkif ofreciendo el Servicio de Pruebas Rápidas de VIH

Durante 2021, un 11 % de las personas atendidas en Kifkif consumió drogas como éxtasis, cocaína, GHB, marihuana, etc., de los que un 51 % refiere el uso de sustancias en contextos sexuales. En 2022, estas cifras aumentan en un 12 % y un 57 % respectivamente.

No deja de ser alarmante el aumento de los casos de sífilis, que han pasado de un 35 % en 2021 a un 41 % de 2022 del total de personas atendidas.

En contextos de trabajo sexual, el 29 % refiere haber tenido dificultad a la hora de negociar el uso del preservativo y un 38 % no usa preservativo normalmente.

Estos datos son el fiel reflejo de que los procesos migratorios que atraviesan estas personas las hacen más vulnerables; situaciones administrativas irregulares y largos y tediosos procesos de tramitación de solicitudes de asilo, las dejan en estado de desprotección y en un limbo de no-derechos que las aboca a la más absoluta precariedad y una doble estigmatización; por ser migrantes y por ser LGTBI. Según últimos datos del Ministerio de Sanidad de 2019, la estimación de la prevalencia de personas con el VIH confirma que el 37,6 % son personas migrantes (1220 personas de los 3.244 nuevos casos)[2].

Para las personas que además se dedican al trabajo sexual en condiciones de auténtica vulnerabilidad -personas sin papeles y con grandes carencias para subsistir económicamente-, la exposición a otro tipo de enfermedades se agudiza por la falta de asistencia sanitaria y las relaciones sexuales subordinadas y de verticalidad que mantienen con los clientes. 

En la Comunidad de Madrid, acceder a los antirretrovirales para las personas en situación administrativa incierta se convierte en una auténtica odisea. Requisitos como una antigüedad de tres meses en el empadronamiento o, en el caso de la solicitud de protección internacional, tener el resguardo blanco o tarjeta roja, -que puede demorar más de seis meses-, impiden una auténtica sanidad universal para personas que no pueden esperar en sus tratamientos, condenándolas al ostracismo y a la estigmatización, poniendo además en grave riesgo su salud.

En nuestra trayectoria atendiendo a personas migrantes seropositivas hemos comprobado que somos la primera puerta de entrada al sistema sanitario para las más vulnerables, tratando de generar un espacio seguro y de apoyo en la realización de las pruebas rápidas y el posterior acompañamiento desde una perspectiva biopsicosocial, trabajando además cuestiones de salud sexual como la reducción del riesgo y hábitos seguros.

Las pruebas rápidas de VIH permiten un diagnóstico temprano pero este no es suficiente si no va acompañado del acceso a un tratamiento, indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas.

Casos como los de J.F. o Kassandra son un claro ejemplo de que es primordial fomentar las pruebas rápidas de VIH y que la atención sanitaria universal es indispensable para la mejora de la salud de cientos de personas.


[1] https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/queesSidaVih.htm


[2] https://www.agenciasinc.es/Noticias/Estos-han-sido-los-hitos-del-VIH-en-2019

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Tránsito20 de octubre, Día del Fomento de la Prueba Rápida de VIH