“Mi 1er beso”, por Camila.
Llego a tu casa con ganas de volverte a ver, te amo, te deseo, eres mi todo, y yo ¿qué soy para ti? Aún no lo sé. Ya van casi 3 semanas que no nos vemos ni conversamos pero ayer quedamos en que hoy nos veríamos para hablarlo, necesitamos encontrar una solución. Toco el timbre y desde tu balcón te veo envuelta en una toalla, me comentas que justo ibas a ducharte pero llegué antes, me lanzas la llave. Abro la puerta y subo hasta tu habitación que está en el 4 piso y bueno, se nota que me falta físico porque llego a mi destino cansada, como si hubiese corrido una maratón.
Abro la puerta de tu habitación y te veo, tienes puesta una camiseta al revés y un short de pijama. Me miras, te miro, no sé qué hacer en este momento, solo tiemblo, tú me abrazas muy fuerte y para mi sorpresa te quitas la camiseta, ahora estás con el dorso desnudo mirándome fijamente, los ojos te brillan muchísimo, pero sé que a mi más. Te miro los pechos fijamente y me avergüenzo pero no me aguanto y te toco el derecho. Madre mía! estás tan tibia, esbozas un pequeño gemido que me pone aún más nerviosa porque se lo que sigue. Me quitas la camiseta y el sostén y yo también quedo con el dorso desnudo, me tiras a la cama, comienzas a desvestirme y termino
completamente desnuda. Para mi sorpresa, te levantas y coges tu cámara fotográfica preferida.
-Hoy serás mi modelo! siempre quise hacer esto contigo y de paso me ayudas con mi proyecto.
-Nooooo! sabes que no me gustan las fotos desnuda.
-Pero no saldrá tu rostro, además sabes que son artísticas, me dejas ¿sí?
Mi cabeza dice ¡NO! Pero tengo ganas de hacerlo y te doy un tímido… Sí.
-Gracias!! Posa para mí!!
En cada pose siento que te entrego cada vez más de mí, mi amor, mi cuerpo, mi esencia, mis miedos. Conecto tanto con el momento que me pierdo y todo lo que quizás pensé que había apagado en el tiempo sin ti, se volvió a encender como si nunca lo hubiésemos dejado.
-Cam, ábreme las piernas, linda dobla las piernas, ahora voltéate y pon la mano en la entrada de tu sexo, bella ¿podrías tocarte?…
Termina la sesión y te echas conmigo, no puedes mirarme a los ojos, me das un fuerte abrazo, yo te abrazo más fuerte, ahora siento como tiemblas y comienzas a llorar. -Bonita, hagamos el plan de huida. Me miras a los ojos, me dices “Te amo” es el primero en los 11 meses que llevamos juntas.
–Y yo a ti… Me callas con un beso, nuestro primer beso de amor, me muero de miedo. Es tan difícil amarnos en Perú, espero que cuando estemos en España dejemos nuestros besos impregnados en la memoria de los del metro.
En España, sin ti, solicitando asilo, te sigo recordando. Te extraño.