El asesinato de una mujer trans de 23 años en la ciudad kurda de Duhok el lunes ha reafirmado el temor de la comunidad LGTBI+ de Irak a los peligros a los que se enfrentan las personas no heterosexuales o de género no binario en cualquier lugar del país.

Al parecer, Doski Azad, una conocida maquilladora, fue asesinada a tiros por su hermano, que ya ha huido del país, en lo que las autoridades han descrito como un supuesto “crimen de honor”.

Los servicios de seguridad del Gobierno Regional del Kurdistán dijeron que habían abierto una investigación sobre el asesinato, que ha sido condenado tanto por activistas locales como por diplomáticos.

Hemin Suleiman, portavoz de la policía de Duhok, dijo a Voice of America que se había emitido una orden de detención contra el asesino, que se cree que vive en Alemania, mientras que el cónsul general de Estados Unidos en Erbil pidió el jueves a las autoridades kurdas que “procesaran al autor con todo el peso de la ley”.

Las personas usuarias de las redes sociales empezaron a difundir el hashtag #JusticeForDoskiAzad, pidiendo que su asesino comparezca ante la justicia, pero los activistas LGTBI+ iraquíes temen que haya pocas esperanzas de ello.

“Todos tenemos mucho que decir, estamos frustrados y enfadados, pero no conmocionados”, dijo Zhiar Ali, activista LGTBI+ originario de la ciudad de Sulaymaniyah, pero que ahora reside en Holanda.

“Mientras el Gobierno Regional del Kurdistán haga oídos sordos a la causa LGTBI y a los problemas a los que se enfrenta la comunidad en la región, seguirán ocurriendo cosas como ésta”, añadió Ali.

Aunque vivir abiertamente como LGTBI en el conservador Irak ha sido difícil durante mucho tiempo, la región autónoma kurda del norte ha intentado presentarse como un refugio relativamente liberal y seguro en comparación con el sur. Pero la realidad es diferente, dicen los activistas.

“El año pasado, otra mujer trans llamada Misho también fue asesinada por su hermano, y todavía no está claro si el autor fue llevado ante la justicia”, dijo Ali.

“No sólo tenemos que aceptar que podemos ser asesinadas en cualquier momento, sino que también tenemos que esperar que nuestros asesinos, con toda probabilidad, anden libres”.

¿Una fachada liberal?


Los políticos del Kurdistán iraquí han intentado demostrar que la región sí apoya la tolerancia de la diversidad de orientación sexual.

Aunque hablar de la sexualidad y de los derechos de las minorías sexuales es un tabú entre los políticos iraquíes del sur, algunos políticos del GRK se han mostrado dispuestos a expresar cierto apoyo.

Qubad Talabani, viceprimer ministro del Gobierno Regional del Kurdistán, había tuiteado anteriormente que creía que “todos los ciudadanos, independientemente de la raza, la religión, el género (y o la preferencia de género), la identidad étnica y la preferencia sexual merecen la igualdad de derechos, en todo el mundo, y especialmente en el Kurdistán”.

Pero para algunos iraquíes LGTBI+, este barniz de tolerancia significa poco en comparación con la realidad de sus vidas en lo que sigue siendo una sociedad conservadora y patriarcal.

“Por supuesto, me choca mucho que el gobierno kurdo, en las redes sociales, intente siempre presentar al Kurdistán como un lugar seguro… especialmente a Erbil, [e intenten] mostrar que la cultura es abierta y aceptante”, dijo Bashar Taha, activista por los derechos LGTBI+ que ahora vive en Alemania. “Pero, lamentablemente, la realidad es totalmente diferente y, a día de hoy, allí matan a la gente”.

En un comunicado emitido el jueves, el Gobierno Regional del Kurdistán dijo que “los fenómenos contrarios a las leyes y tradiciones sociales” debían tratarse dentro del sistema legal y afirmó que “el Kurdistán sigue siendo un refugio seguro para la práctica de las libertades individuales”.

En un tuit, Ali dijo que los comentarios se habían insertado claramente para “satisfacer a los conservadores que quieren asesinar a cualquiera que no se ajuste a la narrativa heteronormativa”.

Represión LGTBI

En abril del año pasado, Sulaymaniyah, considerada a veces como la ciudad más liberal de Irak, fue testigo de una operación policial en la que se detuvo a 15 hombres LGTBI+, supuestamente por prostitución.

Aunque la Dirección de Seguridad de Sulaymaniyah dijo que las detenciones no se centraban en ningún grupo, el supervisor de la operación, Pshtiwan Bahadin, declaró a los medios de comunicación locales que las detenciones estaban dirigidas a “homosexuales” y dijo que se habían llevado a cabo con la “cooperación de todas las fuerzas de seguridad”.

Human Rights Watch dijo estar “profundamente perturbada” por el incidente, que dejó a la comunidad LGTBI+ “aterrorizada” y temerosa de más persecución.

Incidentes como éste, subrayó Ali, son indicativos de por qué la violencia contra las personas LGTBI+ no se resuelve.

“A veces, las personas LGTBI+ son detenidas cuando van a la policía a denunciar un delito”, explicó.

“Otras veces, tienen demasiado miedo incluso para hablar. El gobierno no ha proporcionado servicios y necesidades básicas a la comunidad, y no se dedica suficiente esfuerzo a la investigación de casos de delitos de odio como el de Doski”.

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TránsitoIrak: El asesinato de una mujer trans kurda causa la indignación del activismo