La reciente noticia de que Elon Musk planea ser Director Ejecutivo temporal de Twitter significa que el público no tendrá que esperar mucho más para ver cómo cumplirá su promesa de cambiar el enfoque de Twitter sobre la libertad de expresión y la moderación de contenidos.
Twitter se presenta como una plataforma social para todo el mundo, pero el enfoque de Musk -o la falta de él- respecto a la censura y la “libertad de expresión” ha hecho que muchos defensores expresen su preocupación por las consecuencias de reducir o eliminar la moderación de contenidos en la plataforma, convirtiendo potencialmente a Twitter en una plataforma plagada de desinformación, desinformación y discursos de odio dirigidos a comunidades minoritarias y marginadas, como la comunidad LGTBI+.
Cada plataforma de medios sociales tiene su propia cultura social y Twitter ofrece una valiosa comunidad virtual para las personas LGTBI+. Erin Reed, una destacada activista LGTBI+ con casi 44.000 seguidores en Twitter, dijo que la plataforma ha sido fundamental para comunicarse y organizarse con otros defensores e interactuar directamente con los legisladores. Muchas otras entidades y defensores utilizan la plataforma para comunicarse con las comunidades marginadas, organizarlas y movilizarlas. Twitter ha dado lugar a tendencias sociales como #gaytwitter y #blacktwitter que impulsan el cambio y la conexión de las comunidades marginadas.
Twitter, al igual que la mayoría de los principales sitios de redes sociales, ha pasado años creando elaboradas directrices para reducir la cantidad de desinformación, información errónea y discurso de odio en su plataforma. La plataforma funciona con normas y políticas de expresión en línea cuidadosamente elaboradas en torno a la incitación al odio, la desinformación y la publicidad política. La moderación de contenidos es fundamental en ese proceso, pero Musk ha dicho que es partidario de flexibilizar enormemente las políticas de moderación de contenidos de la empresa, sugiriendo que sólo debería eliminar contenidos si lo exige la ley. Esto es problemático para las comunidades LGTBI+ y otras comunidades oprimidas de todo el mundo.
Aunque las empresas de redes sociales recurren a prácticas internas de moderación de contenidos para establecer sus propios parámetros y normas comunitarias, también deben tener en cuenta las leyes establecidas en los países donde viven sus usuarios. Por tanto, si Musk presiona para que Twitter se atenga a las leyes de los países en los que opera, reduciría la seguridad de las personas usuarias LGTBI+ que viven en países donde el discurso LGTBI+ está prohibido y es tabú.
Rusia es un ejemplo destacado en el que el discurso LGTBI+ está prohibido y criminalizado, y las normas de moderación de contenidos de Twitter, si se limitan a seguir la ley, apoyarían el silenciamiento del discurso LGTBI+ ruso. En nuestro propio país, la proliferación de leyes de “No digas gay”, como se ha visto en Florida y en una docena de otros estados, está poniendo de manifiesto los riesgos actuales para la identidad y el discurso LGTBI+ aquí en casa.
Y lo que es más preocupante, el propio Musk ha utilizado la plataforma para atacar y burlarse repetidamente de cuestiones importantes para la comunidad LGTBI+. Su infame tuit “Los pronombres apestan” es sólo la punta del iceberg. En 2020, dijo que las cuentas de las redes sociales que mostraban pronombres personales eran “una pesadilla estética”. Ese mismo año, la Human Rights Campaign exigió una disculpa después de que publicara un meme burlándose de las personas usuarias que ponían sus pronombres en sus biografías en las redes sociales y luego tuiteara un meme burlándose de las personas trans.
Además de la preocupación por cómo influirán sus opiniones personales en el entorno social de la plataforma, muchos han planteado también su inquietud por la intención de Musk de exigir la autentificación para “todos los humanos”, ya que esto haría imposible las cuentas anónimas en Twitter y podría perjudicar de forma desproporcionada a las personas trans en la plataforma.
Exigir la autentificación para “todos los humanos” obligaría a las personas usuarias a operar con sus nombres legales completos, algo que muchas personas trans no hacen. Además de las ventajas demostradas de utilizar el nombre elegido por una persona trans, hay muchas pruebas que refutan la idea de que vincular la identidad en línea a la identidad legal crea más seguridad para las personas usuarias de las redes sociales.
La Electronic Frontier Foundation ha informado de que el anonimato es esencial para proteger a las personas usuarias que puedan tener opiniones, identidades o intereses que no coincidan con los del poder. Las personas LGTBI+ utilizan Twitter y otras plataformas de forma anónima por miedo a la persecución o al acoso selectivo. Además de la opresión social, en todo el mundo las personas homosexuales y trans se enfrentan a la represión legal, que incluye detenciones, amenazas y, en casos muy reales y extremos, la pena de muerte. No permitir el anonimato en la plataforma de Twitter les expondría a estos daños y sería contrario a la misión pregonada por Musk de libertad de expresión a toda costa.
El hecho de que se aplique por defecto la ley de cada país en el que opera Twitter permite a la empresa eludir su responsabilidad de gestionar los contenidos. Además, disminuye la seguridad de sus usuarios marginados al dejar la puerta abierta a la desinformación, la desinformación y el discurso de odio y el acoso. El deseo de Musk de frenar las “políticas de moderación de contenidos excesivamente agresivas” de Twitter podría acabar perjudicándonos a todos, especialmente a las personas y comunidades marginadas que serán objeto de más acoso y discurso de odio en lugar de menos si las políticas de “libertad de expresión” y anonimato de Musk son instituidas por Twitter.
Carlos Gutiérrez es director adjunto y consejero general de la Asociación e Instituto de Tecnología LGTBI, que trabaja para mejorar el acceso, aumentar la inclusión, garantizar la seguridad y potenciar el espíritu empresarial de las comunidades LGTBI en torno a la tecnología.