Con motivo del 8 de marzo, desde Kifkif respondemos a la llamada de las compañeras del Movimiento Feminista para participar en la Huelga General de las Mujeres. Como entidad que defiende los valores del feminismo interseccional apoyamos la huelga de cuidados, de consumo, laboral y educativa a partir de nuestras realidades como mujeres migrantes, refugiadas, lesbianas, TRANS*, bisexuales e intersexuales.
Desde Kifkif concebimos el paro como proceso de disidencia política y reivindicación. Queremos que la huelga represente una herramienta de visibilización y, al mismo tiempo, sea el producto de una organización, coordinación y construcción de redes de mujeres.
Sin embargo, aunque apoyemos la reivindicación del 8 de marzo, muchas de nosotras no podemos unirnos a la manifestación, porque las situaciones administrativas irregulares nos hacen sentir temor por la represalia ante la protesta. De igual modo, las formas de trabajo informal-precario que realizamos, no contemplan la posibilidad de huelga. Parar implica tener formas privilegiadas de contratación que muchas no tenemos.
Denunciamos que nuestras intersecciones como mujeres migrantes LTBI,  hacen que vivamos dobles o triples discriminaciones que no son tomadas en cuenta en el diseño, la ejecución y evaluación de las políticas públicas, particularmente las vinculadas a la protección internacional en España y Europa. En este aspecto, nos preocupa la persistencia en dichas políticas, de una mirada parcial de la violencia de género, prevaleciendo un enfoque familista y cishetero blanco que niega y oculta nuestras disidencias sexuales y trayectorias migrantes.
En el actual contexto político, interpelamos que sean nuestros derechos como mujeres migrantes LTBI, los que se pretendan y consideren prescindibles. Endurecer la Ley de Extranjería, modificar La Ley de  Violencia de Género (refiriéndola únicamente al ámbito familiar tradicional), así como la derogación de la Ley de Identidad de Género – como algunos partidos políticos pretenden- implica un profundo retroceso e incumplimiento de acuerdos nacionales e internacionales.
Queremos enfatizar que nuestra voz y participación cuenta. Como mujeres solicitantes de protección internacional, queremos acciones que cambien la LTBIfobia, el racismo y el machismo. Afirmamos que nuestro trabajo (re) productivo y de cuidados sostiene el bienestar europeo, por tanto, requerimos que nuestros saberes sean valorados, en todos los ámbitos de la sociedad.
Por consiguiente, instamos al Estado a tomar la responsabilidad en la aplicación de políticas interculturales sin caer en asistencialismo como el paternalismo; y sin negar nuestra posición como sujetas de pleno derecho. En este sentido, demandamos más presupuestos para la puesta en marcha de acciones orientadas a la protección internacional de mujeres migrantes LTBI.
Exigimos la aceptación de todas nuestras intersecciones y, por eso, reprobamos a las personas TERF (TransExclusionary Radical Feminist) que no conciben la participación de las mujeres TRANS* en el movimiento.
Desde Kifkif afirmamos nuestro compromiso con la transformación de los imaginarios que sostienen nuestra opresión y exclusión. Porque somos migrantes, somos mujeres que huimos de nuestros países por ser, por amar, por querer derechos no siempre garantizados; somos refugiadas, somos aquellas que nunca dejamos de ser extranjeras, somos ese otro cuya equivalencia política es ser nada. Estamos aquí, somos diversas, plurales y disidentes. Enfatizamos que “ninguna mujer es ilegal” para nosotras ¡El feminismo será antirracista e interseccional o no será!
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NoticiasKifkif apoya y secunda la Huelga General de las Mujeres del 8 de Marzo