Mañana se cumple el primer aniversario del asesinato de Samuel. Fue asesinado por un grupo simplemente porque era gay. Su asesinato conmocionó al país y Kifkif fue una de las organizaciones que planteó y movilizó la respuesta de la comunidad a este horrible crimen.

Una vez más, este atroz crimen generó bulos racistas en los primeros momentos. Hasta que se supo que el propio Samuel y las únicas personas que intentaron ayudarle eran migrantes.

Ante este doble abuso: el asesinato de Samuel por el simple hecho de pertenecer al colectivo y la instrumentalización racista de la ultraderecha, Kifkif llevó a cabo una activa campaña de comunicación que incluyó más de 50 apariciones en los medios de comunicación.

Con respecto a Samuel, hubo un episodio desgarrador que pasó desapercibido. Su familia pidió casi inmediatamente que no se hablara de su orientación sexual. Como personas migrantes, ya sabemos lo que eso significa. Más tarde descubrimos que no lo había pasado precisamente bien.

“Los violentos son los que nos golpean y asesinan y no las personas LGTBI que nos manifestamos con rabia para despedir a nuestros caídos.”

Kifkif

Ignoramos esto y seguimos denunciando lo ocurrido y mencionando que a Samuel lo mataron por ser gay, como la propia justicia reconoció después.

La comunidad a la que pertenecía Samuel le despidió organizando la mayor movilización estatal de la historia LGTBI fuera del marco del Orgullo. Miles de personas nos manifestamos, a la misma hora, y en las principales ciudades de España, en un acto de homenaje y repudio.

La movilización fue convocada por Kifkif y Cogam y luego se replicó en muchas ciudades de todo el país. La manifestación de Madrid movilizó a miles de personas, en el acto LGTBI más multitudinario de la historia de la ciudad más allá del Orgullo.

Hubo quienes en el movimiento LGTBI quisieron atender la llamada de la familia. Kifkif hizo mucha presión interna dentro del colectivo para dejar claro que no era de recibo y que hay LGTBIfobia en nuestras propias familias. Afortunadamente, lo conseguimos.

La movilización en torno al asesinato de Samuel fue también una respuesta comunitaria a todos los ataques de la extrema derecha en el periodo de la pandemia. Como en cualquier época de crisis, las minorías somos un objetivo. Hubo rabia y gritos, no sólo por Samuel, sino también por ser el blanco del odio proveniente desde las propias instituciones.

En la manifestación de Madrid hubo algunas cargas policiales. Algunos colectivos LGTBI condenaron “los actos de violencia” de algunas personas LGTBI que participaron en la manifestación. En cambio, Kifkif se desmarcó y condenó las cargas policiales.

Las hemerotecas están ahí. Cuando muchos no descolgaron el teléfono de los medios de comunicación para no comprometerse y condenar a la policía, Kifkif se presentó en los medios exigiendo una explicación inmediata de la Delegación del Gobierno.

Y hubo una comparecencia de la Delegación del Gobierno y una especie de disculpa de por medio. Los violentos son los que nos golpean y asesinan y no las personas LGTBI que nos manifestamos con rabia para despedir a nuestros caídos.

Un año después, seguimos exigiendo #JusticiaParaSamuel.

Si has sufrido un incidente de odio motivado por tu orientación sexual o identidad de género, contacta con Kifkif haciendo clic aquí.

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NoticiasUn año después, seguimos exigiendo justicia para Samuel, asesinado en grupo sólo por ser gay