El 10 de diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos, una fecha que conmemora la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Sin embargo, más de 70 años después, millones de personas siguen viendo vulnerados sus derechos fundamentales por motivos de orientación sexual, identidad de género o expresión de género.

Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), en 69 países se criminaliza la homosexualidad, en 43 no hay protección legal para las personas LGTBI y en 6 se aplica la pena de muerte. Estas cifras revelan la grave situación de discriminación, violencia y persecución que sufren las personas LGTBI en muchas partes del mundo, lo que les obliga a huir de sus países de origen y buscar refugio en otros lugares donde puedan vivir con dignidad y libertad.

En España, la ONG Rescate acoge a más de 30 refugiados LGTBI que han escapado de situaciones de riesgo extremo en países como Colombia, El Salvador, Rusia, Mali o Camerún. Sus historias son testimonios de resistencia, valentía y esperanza, pero también de los desafíos y obstáculos que encuentran en su proceso de integración en la sociedad española.

Henrik, Taira y Kate son tres de ellos. Henrik es un chico trans de 35 años que tuvo que huir de El Salvador por las amenazas y extorsiones de las pandillas, que no toleraban su identidad de género. Taira es una mujer trans de 28 años que dejó Colombia por el acoso y la violencia que sufrió por parte de grupos armados, la policía y otros sectores de la sociedad. Kate es una mujer lesbiana de 33 años que abandonó Rusia por la ley que prohíbe hablar sobre homosexualidad y los grupos que incitan a la caza de personas LGTBI.

Los tres coinciden en que España les ha ofrecido una oportunidad de ser quienes son sin miedo, pero también reconocen que se enfrentan a dificultades como el racismo, la homofobia, la transfobia, la precariedad laboral o la burocracia. Por eso, reclaman más sensibilización, más apoyo y más respeto por parte de las instituciones, los medios de comunicación y la ciudadanía.

El Día de los Derechos Humanos es una ocasión para visibilizar y reivindicar las demandas de los refugiados LGTBI, que son sujetos de derechos y que merecen ser escuchados y reconocidos. Su lucha es la de todos, porque los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes, y porque nadie debería tener que renunciar a su identidad o a su amor por vivir en paz.

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TránsitoRefugiados LGTBI: los protagonistas invisibles del Día de los Derechos Humanos