Hoy se cumplen 3 años del asalto al Capitolio de Estados Unidos, un hecho inédito en la historia del país que dejó cinco muertos y más de 60 detenidos. El ataque fue perpetrado por seguidores del expresidente Donald Trump, que se negaba a reconocer su derrota electoral frente al demócrata Joe Biden. Entre los asaltantes había miembros de grupos de extrema derecha, supremacistas blancos y anti-LGTBI, que portaban banderas confederadas, esvásticas y mensajes homófobos.

El asalto al Capitolio fue un golpe a la democracia y a los derechos humanos, especialmente a los de las personas LGTBI, que habían sufrido cuatro años de políticas discriminatorias y hostiles por parte de la administración Trump. Según un informe de Human Rights Campaign, una organización que defiende la igualdad de las personas LGTBI, el año 2023 fue el más letal para las personas transgénero y no conformes con el género en Estados Unidos, con al menos 45 asesinatos registrados. Además, el 33% de los estadounidenses LGTBI sufrió algún tipo de discriminación en el último año.

Frente a este panorama, la llegada de Biden a la presidencia supuso un cambio de rumbo y una esperanza para las personas LGTBI. Entre sus primeras medidas, Biden firmó una orden ejecutiva para proteger a las personas LGTBI de la discriminación en el empleo, la educación, la vivienda, la salud y otros ámbitos. También revocó la prohibición de que las personas transgénero sirvieran en el ejército, impulsada por Trump. Asimismo, nombró a varios funcionarios LGTBI en puestos clave de su gobierno, como Pete Buttigieg, el primer secretario de Transporte abiertamente gay, o Rachel Levine, la primera subsecretaria de Salud transgénero.

Sin embargo, el avance de los derechos LGTBI a nivel federal se ha visto frenado por la resistencia de algunos estados, dominados por el Partido Republicano, que han aprobado leyes restrictivas y discriminatorias contra este colectivo. Según Human Rights Campaign, en 2023 se presentaron más de 250 proyectos de ley anti-LGTBI en 33 estados, de los cuales 19 se convirtieron en ley. Estas leyes afectan principalmente a las personas transgénero, a las que se les niega el acceso a baños, vestuarios y deportes acordes con su identidad de género, así como a servicios de salud y educación adecuados.

Además, el movimiento trumpista sigue vivo y activo, y continúa cuestionando la legitimidad de Biden como presidente y la validez de las elecciones de 2020. Trump, que aún no ha reconocido su derrota, ha anunciado que se presentará de nuevo a las elecciones de 2024, y cuenta con el apoyo de millones de seguidores, muchos de ellos radicales y violentos. Algunos de ellos participaron en el asalto al Capitolio, y otros han protagonizado actos de intimidación y agresión contra personas LGTBI y otras minorías.

Por todo ello, las personas LGTBI en Estados Unidos siguen luchando por sus derechos y su seguridad, frente a un escenario político y social polarizado y tenso. Un año después del asalto al Capitolio, la batalla por el alma de Estados Unidos, como la definió Biden, está lejos de terminar.

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TránsitoInternacionalAsalto al Capitolio: el desafío de las personas LGTBI ante el auge del extremismo anti-democrático