A menos de dos semanas de las asambleas electorales de Iowa, el inicio de las primarias presidenciales en Estados Unidos, el presidente Joe Biden y los demócratas se encuentran en una situación complicada, según las últimas encuestas. El apoyo de los votantes negros, hispanos y jóvenes, claves para su victoria en 2020, se ha desplomado, mientras que su rival, el expresidente Donald Trump, mantiene el entusiasmo de su base y sigue sembrando dudas sobre la validez de las elecciones pasadas.

La campaña de reelección de Biden-Harris ha anunciado una “ofensiva agresiva” para movilizar a la coalición ganadora que les dio el triunfo hace cuatro años, y ha hecho hincapié en el contraste entre las visiones de ambos candidatos para el país, especialmente tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, que dejó cinco muertos y decenas de heridos.

“La elección de los votantes el próximo año no será simplemente entre filosofías de gobierno opuestas”, dijo Julie Chávez Rodríguez, la directora de campaña de Biden-Harris. “La elección para el pueblo estadounidense en noviembre de 2024 será sobre proteger nuestra democracia y las libertades fundamentales de todos los estadounidenses”.

Entre esas libertades se encuentran las de las personas que sufren discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, que han sido sistemáticamente atacadas por Trump y sus aliados. Según un informe de Human Rights Campaign, una organización que lucha por la igualdad de las personas LGTBI, el año 2023 fue el más letal para las personas transgénero y no conformes con el género en Estados Unidos, con al menos 45 asesinatos registrados. Además, el 33% de los estadounidenses LGTBI sufrió algún tipo de discriminación en el último año.

La campaña de Biden-Harris ha prometido revertir las medidas discriminatorias de Trump y avanzar hacia una mayor igualdad y protección de las personas que pertenecen a estos colectivos. Entre sus propuestas se encuentran la eliminación de la prohibición de que las personas transgénero sirvan en el ejército; el apoyo a los jóvenes LGTBI, especialmente los que se encuentran en situación de riesgo o sin hogar; y el fomento de la cooperación internacional para defender los derechos humanos de las personas LGTBI en todo el mundo.

Para llevar este mensaje a los votantes, la campaña de Biden-Harris ha diseñado un ambicioso plan de acción que incluye actos públicos, visitas a lugares simbólicos, inversiones en medios de comunicación y movilización de voluntarios. El objetivo es contrarrestar la desinformación y el extremismo de Trump y sus seguidores, que siguen negando la legitimidad de Biden como presidente y alentando la violencia política.

“Si es reelegido, Donald Trump usará todo su poder para desmantelar y destruir nuestra democracia”, dijo el director de comunicación de la campaña, Michael Tyler. “Quiere acabar con las elecciones libres y justas, gobernar como un dictador y usar el gobierno para vengarse de sus enemigos políticos, mientras él y sus partidarios MAGA fomentan y aplauden la violencia política en todo el país”.

La campaña de Biden-Harris confía en que los estadounidenses rechazarán esta visión autoritaria y divisiva de Estados Unidos y optarán por una que defienda los valores democráticos y la diversidad. “Cuando Joe Biden se presentó a la presidencia hace cuatro años, dijo que estábamos en la batalla por el alma de Estados Unidos”, dijo Chávez Rodríguez. “Y cuando miramos hacia noviembre de 2024, todavía lo estamos”.

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TránsitoInternacionalBiden se enfrenta a una dura reelección mientras Trump sigue cuestionando su legitimidad y amenazando los derechos humanos