El 20 de diciembre de 2017 falleció a los 99 años Wolfgang Leopold Lauinger, un activista gay alemán que sufrió la persecución y el encarcelamiento tanto por el régimen nazi como por el gobierno de Alemania Occidental de posguerra. Su vida y su obra son un testimonio de la resistencia y la dignidad de las personas homosexuales en un contexto histórico de discriminación y violencia.
Un joven rebelde bajo el nazismo
Lauinger nació en 1918 en Frankfurt, en una familia de origen judío y socialista. Desde joven se sintió atraído por los hombres y se involucró en el movimiento juvenil antifascista. En 1937, con 19 años, fue detenido por la Gestapo por participar en una manifestación contra Hitler y enviado al campo de concentración de Buchenwald. Allí fue sometido a torturas y trabajos forzados, y tuvo que llevar el triángulo rosa que identificaba a los presos homosexuales.
En 1939, gracias a la intervención de su padre, que había logrado escapar a Suiza, fue liberado del campo y se exilió en Francia. Sin embargo, tras la invasión alemana de 1940, fue capturado de nuevo y deportado al campo de concentración de Dachau. Allí permaneció hasta el final de la guerra, cuando fue liberado por las tropas estadounidenses.
Una nueva persecución en la Alemania de posguerra
Tras la guerra, Lauinger regresó a Frankfurt y se casó con una mujer con la que tuvo tres hijos. Sin embargo, nunca renunció a su identidad homosexual y mantuvo relaciones discretas con otros hombres. En 1950, fue denunciado por un informante y arrestado por la policía bajo la acusación de violar el párrafo 175, la ley que prohibía la homosexualidad masculina en Alemania.
El párrafo 175 había sido aprobado en 1871 y endurecido por los nazis en 1935, que aumentaron la pena máxima de cárcel por homosexualidad masculina a cinco años. Entre 1933 y 1945, esta ley condenó a unas 50.000 personas y envió entre 5.000 y 10.000 hombres homosexuales a campos de concentración. Tras la guerra, el párrafo 175 siguió vigente tanto en la Alemania Oriental como en la Occidental, y se estima que entre 1945 y 1969 se produjeron más de 100.000 procesos y 50.000 condenas por este motivo.
Lauinger fue uno de los afectados por esta injusticia. A pesar de haber sobrevivido a dos campos de concentración, fue juzgado y condenado a seis meses de prisión por el tribunal de Frankfurt. Su esposa lo apoyó y lo acompañó al juicio, pero su reputación y su carrera profesional se vieron seriamente dañadas.
Una vida dedicada a la defensa de los derechos de los homosexuales
Lauinger nunca aceptó su condena y se convirtió en un activo defensor de los derechos de los homosexuales en Alemania. En 1969, participó en la fundación del Comité de Acción Homosexual, una de las primeras organizaciones del movimiento gay alemán. En 1973, publicó su autobiografía, titulada “Dos veces perseguido”, en la que relató su experiencia como homosexual bajo el nazismo y la posguerra. En 1994, recibió la Cruz Federal al Mérito, el máximo reconocimiento civil de Alemania, por su labor social y política.
Lauinger luchó incansablemente por la abolición del párrafo 175, que finalmente se derogó en 1994, y por la rehabilitación y la compensación de las víctimas de la persecución homosexual. En 2002, el gobierno alemán reconoció oficialmente el sufrimiento de los homosexuales bajo el nazismo y pidió perdón por la injusticia cometida. Sin embargo, no fue hasta 2017, poco antes de la muerte de Lauinger, cuando se aprobó una ley que anuló las condenas por el párrafo 175 y estableció una indemnización para los afectados.
Lauinger fue uno de los pocos supervivientes de la represión homosexual que pudo ver este gesto de reparación histórica. Su testimonio y su lucha son un ejemplo de valentía y dignidad para las generaciones presentes y futuras. Su muerte ha sido lamentada por numerosos activistas y organizaciones de derechos humanos, que han destacado su legado y su contribución a la causa de la igualdad y la libertad.
“Nos inclinamos ante una persona maravillosa, que luchó hasta el final por la rehabilitación de los homosexuales perseguidos y la compensación por todas las consecuencias del encarcelamiento y la condena como resultado del párrafo §175”, tuiteó la Fundación Magnus Hirschfeld, una de las instituciones más importantes de la historia del movimiento gay alemán.
Wolfgang Leopold Lauinger fue un símbolo de la resistencia y la esperanza de los homosexuales en Alemania y en el mundo. Su vida y su obra merecen ser recordadas y honradas como parte de la memoria colectiva de la humanidad.