Los migrantes LGBTQ+ que huyen de la violencia y la discriminación en sus países de origen se enfrentan a nuevos peligros y desafíos en su camino hacia Estados Unidos, donde esperan encontrar asilo y una vida mejor. Algunos de ellos comparten sus historias con Scripps News, una agencia de noticias estadounidense.
Huir de la violencia y la discriminación
Cindi Murillo, un hombre gay de 49 años de Ecuador, dice que vendió su negocio de peluquería y su coche para financiar su viaje al norte con su amiga, una mujer trans. Cuenta que la mafia llegó a su país y empezó a extorsionarlos y amenazarlos por su identidad sexual. “La mafia llegó a Ecuador. Era un país pacífico, pero de la noche a la mañana se dañó”, dice.
Julian, un hombre gay de 23 años de Colombia, dice que sufrió violencia por parte de la policía y de grupos que lo discriminaban por su orientación sexual. “Me discriminaban física y psicológicamente”, dice. Junto con otros hombres que vivieron situaciones similares, emprendió el peligroso viaje desde el Darién, en Panamá, hasta México.
Alisson Cambell, una mujer trans de Guatemala, dice que fue repudiada por su familia y que sufrió abusos constantes en su país, incluso por parte de la policía, que la desnudó, insultó y golpeó. Dice que en Guatemala la sociedad rechaza a las personas como ella y que incluso las quieren encarcelar por su preferencia sexual y por lo que son. “Me enfrenté a la discriminación en mi país. Primero por el color de mi piel, luego por mi preferencia sexual y discriminación porque soy una mujer trans. Tres clases de discriminación”, dice.
Buscar refugio y apoyo en Tijuana
Estos migrantes LGBTQ+ llegaron a Tijuana, México, donde se refugiaron en albergues especializados que les ofrecen servicios humanitarios, legales, médicos y psicológicos. Uno de estos albergues es Casa de Arcoiris, fundado en 2019 por activistas de Tijuana para apoyar a los migrantes LGBTQ+ que buscan asilo en Estados Unidos o refugio en México.
Andrea González Vera, directora de operaciones de Casa de Arcoiris, dice que la mayoría de los albergues no consideran las necesidades específicas de la comunidad LGBTQ+. “Tijuana tiene muy buenos vecinos al otro lado en California, que históricamente ha sido muy abierto a los derechos de nuestra comunidad”, dice.
Nicole Ramos, una abogada de derechos humanos que trabaja con Al Otro Lado, una organización que brinda apoyo legal y humanitario a los refugiados, deportados y otros migrantes en Estados Unidos y Tijuana, dice que los migrantes LGBTQ+ son muy vulnerables a la violencia y la trata de personas en México. “El machismo, la violencia de género, la homofobia, la transfobia y la violencia contra su comunidad por parte de la policía y otras fuerzas armadas existen aquí (en México). Y de hecho, en algunos casos, son más fuertes. México es conocido como el segundo país más peligroso del mundo para las mujeres transgénero”, dice.
Enfrentar las barreras y los obstáculos en Estados Unidos
Los migrantes LGBTQ+ que logran llegar a la frontera con Estados Unidos se encuentran con que las autoridades no reconocen su condición de refugiados por motivos de orientación sexual o identidad de género, y les hacen esperar meses o años para tramitar sus solicitudes de asilo. Además, las políticas del gobierno anterior restringieron el acceso al sistema de asilo para los migrantes LGBTQ+.
Según el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA, que investiga los asuntos legales que afectan a la comunidad LGBTQ en todo el mundo, se sabe poco sobre el tamaño y el alcance de esta población de refugiados. En un análisis de datos, encontró que entre 2012 y 2017 unas 30.900 personas LGBT solicitaron asilo en Estados Unidos, y que casi 4.000 lo hicieron por miedo a ser perseguidas por su orientación sexual o identidad de género.
Ni la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ni los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) publican datos sobre las razones por las que los refugiados solicitan asilo en el país.
Alisson Cambell lleva esperando una cita para declarar asilo en un puerto de entrada a través de la aplicación móvil de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos llamada CBP One, y dice que esperar en el refugio en lugar de cruzar ilegalmente era la opción más segura para ella.
Espera poder unirse pronto a su amiga trans al otro lado. Cambell dice que su propia familia la repudió.
“Tengo una amiga desde hace muchos años y compartimos la misma historia de vida”, dijo Cambell. “Estoy feliz de saber que ella ya tiene los documentos legales en orden allí. Así que ella es la que me recibirá con su marido”.
Mantener la esperanza y la dignidad
Los migrantes LGBTQ+ que buscan asilo en Estados Unidos tienen que superar numerosas dificultades y riesgos, pero también cuentan con el apoyo de organizaciones y personas que defienden sus derechos humanos y les brindan ayuda. El gobierno actual de Estados Unidos se ha comprometido a restaurar y mejorar el proceso de asilo para los migrantes LGBTQ+, así como a abordar las causas raíz del desplazamiento forzado en la región.