Familia, personas LGTBI y Navidad: ¿cómo celebrar estas fiestas sin renunciar a la diversidad?
La Navidad es una época del año que se supone que es de alegría, paz y amor. Sin embargo, para muchas personas migrantes LGTBI, esta fecha puede ser una fuente de tristeza, soledad y angustia. ¿Cómo celebrar la Navidad cuando se está lejos de casa, de la familia, en un país extraño donde quizás se sufra discriminación, sin colchón social porque quizás se huyó de la propia familia que rechaza la diversidad, sin contacto con la propia comunidad del país de origen en el país de destino porque se discrimina como LGTBI, los locales quizás miran con recelo, racismo, quizás con barreras idiomáticas, quizás sin papeles? Estas son algunas de las preguntas que se hacen muchas personas migrantes LGTBI que viven en España, un país que se considera tolerante y progresista, pero que también tiene sus sombras y desafíos.
En este artículo, queremos ofrecerte algunas claves para afrontar estas fiestas con optimismo y esperanza, sin renunciar a tu identidad y a tu diversidad. Queremos que sepas que no estás solo o sola, que hay muchas personas como tú que comparten tus vivencias y tus sentimientos, y que hay muchas formas de celebrar la Navidad sin tener que ajustarse a un modelo de familia tradicional y excluyente. Queremos que te sientas parte de una gran familia LGTBI, que te abraza y te apoya, y que te anima a seguir luchando por tus derechos y por tu felicidad.
Reconoce y expresa tus emociones
Lo primero que debes hacer es reconocer y expresar tus emociones, sin negarlas ni reprimirlas. Es normal que sientas nostalgia, tristeza, culpa, rabia, ansiedad o depresión, sobre todo en estas fechas tan señaladas, cuando se recuerdan las tradiciones, los afectos y los vínculos que se dejaron atrás. Estas emociones forman parte del duelo migratorio, es decir, del proceso de pérdida y adaptación que implica dejar atrás el país de origen, la cultura, la familia, los amigos y las redes de apoyo1.
No tienes que avergonzarte ni culpabilizarte por sentirte así. Tampoco tienes que fingir que estás bien o que te da igual. Lo mejor que puedes hacer es expresar tus emociones, ya sea hablando con alguien de confianza, escribiendo un diario, haciendo algún tipo de arte o terapia, o simplemente llorando o gritando si lo necesitas. Al expresar tus emociones, te liberas de la tensión y el estrés, y te abres a la posibilidad de sentir otras emociones más positivas, como la gratitud, la alegría, el amor o la esperanza.
Busca y ofrece apoyo
No estás solo o sola. Hay muchas personas que están en tu misma situación, o que la han vivido en algún momento de sus vidas. Busca y ofrece apoyo a estas personas, que pueden ser tu familia elegida, es decir, aquellas personas que comparten tu diversidad y que te brindan afecto, respeto y solidaridad. Pueden ser tus amigos, tu pareja, tus compañeros de trabajo, de estudio, de ocio, o de activismo. Pueden ser personas que conoces personalmente, o que conoces a través de internet, de redes sociales, de foros, de chats, o de aplicaciones. Pueden ser personas que viven cerca de ti, o que viven lejos, pero que te hacen sentir cerca.
Busca y ofrece apoyo a estas personas, que pueden ser tu fuente de consuelo, de comprensión, de diversión, de inspiración, o de motivación. Comparte con ellas tus emociones, tus experiencias, tus dudas, tus miedos, tus sueños, tus proyectos, o tus planes. Escucha también lo que ellas tienen que decirte, y ofréceles tu apoyo, tu consejo, tu ayuda, tu compañía, o tu amistad. No te aísles, ni te encierres en ti mismo o en ti misma. Busca y ofrece apoyo a estas personas, que pueden hacer que tu Navidad sea más llevadera, más agradable, y más significativa.
Celebra la Navidad a tu manera
No tienes que celebrar la Navidad como lo hacen los demás, ni como te dicen que debes hacerlo. Tú puedes celebrar la Navidad a tu manera, de acuerdo con tus valores, tus creencias, tus gustos, y tus posibilidades. No tienes que seguir las normas, las tradiciones, o los rituales que no te representan, que no te gustan, o que no te hacen feliz. Tú puedes crear tus propias normas, tus propias tradiciones, y tus propios rituales, que te hagan sentir bien, que te hagan sentir tú.
Puedes celebrar la Navidad con quien quieras, o con quien puedas. Puedes celebrarla con tu familia biológica, si tienes una buena relación con ella, y si respeta y acepta tu diversidad. Puedes celebrarla con tu familia elegida, si tienes la suerte de tenerla, y si te hace sentir parte de ella. Puedes celebrarla con otras personas migrantes LGTBI, si las conoces, y si te sientes identificado o identificada con ellas. Puedes celebrarla solo o sola, si así lo prefieres, o si no tienes otra opción. Pero recuerda que siempre puedes buscar y ofrecer apoyo, aunque sea de forma virtual, a través de una llamada, un mensaje, una videollamada, o una carta.
Puedes celebrar la Navidad como quieras, o como puedas. Puedes celebrarla de forma religiosa, si eres creyente, y si tu fe te da esperanza y consuelo. Puedes celebrarla de forma laica, si no eres creyente, y si tu razón te da libertad y sentido. Puedes celebrarla de forma festiva, si te gusta la diversión, y si tu ánimo te lo permite. Puedes celebrarla de forma tranquila, si prefieres el descanso, y si tu cuerpo te lo pide. Puedes celebrarla de forma solidaria, si te importan los demás, y si tu corazón te lo agradece. Puedes celebrarla de forma creativa, si tienes talento, y si tu mente te lo inspira.
Puedes celebrar la Navidad donde quieras, o donde puedas. Puedes celebrarla en tu casa, si tienes una, y si te sientes cómodo o cómoda en ella. Puedes celebrarla en la casa de alguien, si te invitan, y si te sientes bienvenido o bienvenida en ella. Puedes celebrarla en un lugar público, si te apetece, y si te sientes seguro o segura en él. Puedes celebrarla en un lugar simbólico, si te emociona, y si te sientes conectado o conectada con él. Puedes celebrarla en un lugar nuevo, si te ilusiona, y si te sientes aventurero o aventurera en él.
Puedes celebrar la Navidad cuando quieras, o cuando puedas. Puedes celebrarla el día que corresponde, si te da igual, y si te da lo mismo. Puedes celebrarla el día que te conviene, si te viene mejor, y si te viene más fácil. Puedes celebrarla el día que te apetece, si te da la gana, y si te da el punto. Puedes celebrarla el día que te sorprende, si te da la oportunidad, y si te da la casualidad. Puedes celebrarla el día que te importa, si te da sentido, y si te da emoción.
Puedes celebrar la Navidad a tu manera, y no a la manera de los demás. Puedes celebrar la Navidad sin renunciar a tu identidad, y sin renunciar a tu diversidad. Puedes celebrar la Navidad sin sentirte solo o sola, y sin sentirte triste. Puedes celebrar la Navidad sin olvidar tu pasado, y sin olvidar tu presente. Puedes celebrar la Navidad sin perder tu futuro, y sin perder tu esperanza. Puedes celebrar la Navidad sin dejar de luchar, y sin dejar de vivir.
Feliz Navidad, feliz diversidad
Desde este espacio queremos desearte una feliz Navidad,