La noche del 10 de diciembre, la comunidad LGBT de Rusia sufrió un duro golpe por parte de las autoridades. La fuerza policial especial de élite conocida como OMON realizó redadas simultáneas en varios clubes gay de la nación, incluyendo Ekaterimburgo, la capital regional de los Urales, así como Moscú y San Petersburgo.
Según informaron los medios rusos y el servicio ruso de Radio Free Europe/RL, más de 100 personas que asistían a una fiesta temática en el club gay Fame de Ekaterimburgo fueron detenidas y trasladadas a comisarías. La excusa oficial para la redada fue que el club vendía alcohol y productos de tabaco ilícitos, según denuncias de “ciudadanos preocupados”.
Sin embargo, esta acción represiva se produce menos de un mes después de que la Corte Suprema de Rusia dictaminara que “el movimiento social LGBT internacional”, del cual no existe entidad legal, es una organización “extremista” y prohibiera su actividad en el país. Esta sentencia ha sido duramente criticada por organizaciones de derechos humanos y activistas LGBT, que la consideran una forma de criminalizar y estigmatizar a la comunidad.
Los medios de comunicación locales informan que de las personas detenidas en el club, todas fueron liberadas después de que se verificaron sus documentos. Sin embargo, se desconoce si se les impusieron multas o cargos, o si sufrieron algún tipo de abuso o violencia por parte de los agentes.
Desde aquí, expresamos nuestra solidaridad con las víctimas de esta injusticia y exigimos el respeto a los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.